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La Obra de Nuestros D​í​as

by Cúmulos Y Estratos

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1.
Arriba el telón. Se apagan las luces. Silencio en el salón, estamos a solas, no existen disfraces. Salir a actuar, alzar la mirada, mirar a las gradas, la vida como espectadora en esta velada. Y me siento como en una obra en la que hay que interpretar un papel sabiendo de sobra que sólo a ti te ha de gustar. Y es que cogiditos de la mano podremos al éxtasis llegar, sin guión y sin caretas, sólo con naturalidad. Va a acabar la función, sé que hemos disfrutado. Y es que ha sido muy fácil sólo tenías que aguantar a mi lado. ¿Y ahora qué va a pasar? Un futuro infinito. Esto ha sido bonito y está post mórtem en mi corazón escrito. Y es que por fin ha acabado la obra y no me voy a preocupar, porque algo tenemos muy claro la hemos sabido aprovechar. Y es que este teatro es un misterio pero debemos recordar que la obra de nuestros días acaba en el cementerio.
2.
Sin saber 03:40
Fue bonito al despertar ver a la luna alumbrar y al sol escupir tormentas. Fue complicado entender porqué la luna de ayer me enamoró y no estaba llena. Y sin saber por qué a veces pienso una cosa y al momento ya he pensado otra y no lo quiero reconocer. Debe ser que he nacido siendo humano y cambiar de opinión no es malo a mí me sirve para después aprender. Como en un sueño despertar, dejar la ciudad atrás y perderme dentro del bosque. Echar de menos mi hogar y los lazos de amistad que me definen como soy hoy. Y sin saber por qué el tiempo pasa despacio y qué pronto se va esta vida y no lo consigo comprender. Es que debe ser que he nacido siendo humano y el camino del ser es largo algún día lo conseguiré recorrer.
3.
Exilio 03:39
Exilio, principio de una vida nueva. ¿Qué hacer cuando estás solo sentado mirando el infinito? Sólo te queda esperar, con el corazón en Marte y la cabeza en la Tierra. Y quizá y quizá y quizá y quizá... Algún día no estés solo. Observando un pasado del que sólo queda tinta en un papel, miro al futuro y me doy cuenta de que el presente será cruel. Por ahora me dedicaré a crear castillos nacidos de la arena. Castillos que ya existían antes de que yo lo supiera, pero ahí estaban esperando el momento para salir a la luz y crecer. Y crecer y crecer... Y crecer.
4.
Cada vez que le nombran siento más que la rabia porque sé que las horas ya no son necesarias. Una vida en la tierra rodeado de grilletes eres libre y te encierras que te ataque la peste. Maravilla la vida y tú quieres la noche, ya no sabes que brilla. Eres puro derroche. Si te dejas tirado no eres más que un cobarde, si escuchas a tarados es por miedo al combate. Una antigua escritura que se copia de otras, posteriores culturas la pusieron de moda y sin fuerzas aceptas ese yugo en el cuello, sigues la falsa meta y abandonas tu cuerpo. Aprovechas el miedo que transmite el ingenuo para decirle que el cielo es un mundo de ensueño, y la vida es tormento y tu cuerpo una jaula, un desecho imperfecto, qué mentira más mala. Son esencias marginadas por un fraude antivital por el hampa de las hadas, su vudú a tu libertad. Son almas crucificadas en sus cuerpos de robot, cuerpos muertos por falacias bajo el suelo y no en el sol. Mirando desde el monte encontré el monasterio, que está lleno de dioses y de falsos misterios. Yo no miro hacia arriba porque crea en un dios, sólo veo en el cielo cúmulos y estratos. Cuando era pequeño fui a un colegio de curas en el que me inculcaron las santas escrituras. Y qué tiene de santo un libro tan funesto repleto de mentiras y valores impuestos. Y ahora miro al pasado, cuánto me han engañado. No creo en los milagros, ningún dios a mi lado. El milagro no llega por más que esté esperando y esperaré el momento en que arderá tu templo. Maravilla la vida, un misterio la muerte. Un milagro hoy en día es que aún sonría la gente. Yo cansado de todo me dedico a encontrar la verdad en mí mismo, yo mi dios y nadie más.
5.
Me marcho de aquí. Sé de un lugar como el de Triana en el que voy a poder descansar. Si queréis venir estaré esperando, escuchando al río y durmiendo a la sombra de un árbol. Me encontraréis donde grita la cascada, donde el sol nos observará de lejos. Y nosotros que miramos siempre al cielo nos enlazaremos con el horizonte eterno. Me marcho de aquí, de esta ciudad, hacia la montaña, allí mi mente podrá estar en paz. Si queréis venir estaré aguardando al calor de una hoguera y al ritmo de los grillos cantando. Mirar al cielo y contemplar la luna y las nubes pasar y estrellas que no hay en Madrid. Olvidarme de esta ciudad de las paredes de mi hogar. En fin, empezar a vivir. Así que me voy, volveré en un tiempo si queréis saber de mí entre las rocas será nuestro encuentro. Me encontraréis donde grita la cascada, donde el sol nos observará de lejos. Y nosotros que miramos siempre al cielo nos enlazaremos con el horizonte eterno, con el firmamento eterno.
6.
Es un pájaro de madera que no entiende las fronteras. Mirando al cielo podrás verle alto volando a su manera. Es un pájaro de madera que no comprende las banderas. Y no encuentra la diferencia entre un sendero y las carreteras. Siempre finaliza su vuelo posándose en una rama, protegido de las tormentas y del dolor de las llamas. Es un pájaro de madera que aún no ha encontrado la manera de no sentirse marginado y de ser un pájaro esclavo. No sabe cómo poner fin a este dolor indiscutible. Por eso dedica su tiempo a ser lo más libre posible. Vuela libre, vuela alto, pajarito de mi llanto. Algún día entenderás porqué esta vida duele tanto. Vuela alto, vuela alto... Pajarillo, yo te canto.
7.
Noche eterna de gigantes, ¿dónde se ha escondido el sol? Hay que encontrarlo cuanto antes no existe la vida sin su calor. Desde el castillo miro al cielo, se me encomienda una misión. Bajar al Hades el fuego eterno, salvar a Helios, es el dios Sol. Sale la luna, se esconde el sol. Un negro oscuro en mi corazón. Se extiende el fuego que hay en mi interior. Y en el infierno no encontré el calor. Sale la luna, se esconde el sol. Un negro oscuro aquí en mi corazón. Se extiende el fuego que hay en mi interior y en el infierno no encontré al sol.
8.
Predifuntos jugando a la petanca en los gélidos parques madrileños, me instan a empujar de la palanca que paraliza mi donaire ingenuo. Y pienso en que jamás veo mujeres entre tanto bastón y boina ajada, pero una dama hay cerca que les hiere mostrando el Aqueronte en su mirada. Nadie tiene miedo a no nacer antes de haber nacido pues no es nadie quien no nace y no es nada quien fallece, lo segundo no nos place, lo primero no acontece. Nadie cree que el polvo de su piel lo barrerá el olvido. No hay más rumbo y más destino que acabar en el final, a pesar de los caminos hechos hoy sobre la mar. Quién pudiera tener alas en el filo del adiós, escapar de la antesala previa al fin de la función. ¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? He aparecido en este río. No sé qué hacer ni adónde ir, he naufragado cerca de Epiro. Una mujer me miró a los ojos, me enamoró. A ella me acerqué y entre sus brazos mi alma cayó. La acompañé a un lugar que estaba muy lejos de mi ciudad. Y allí también jugaban los viejos. Inconscientes rompiendo margaritas en el prado intermitente de sus vidas, tales flores deshojadas y marchitas se verán en nuestras tumbas esparcidas. Y la vida prosigue su camino nadie sabe qué deparará el destino, yo no puedo dejar de preocuparme por la muerte y sus insospechados cauces.
9.
Esperando 03:47
Esperando el momento para decirte algo a la cara me he mirado para dentro y no he encontrado nada. He estado observando al cielo y he visto en las nubes fuego. Me he tropezado en la calle pero he retomado el vuelo. He caminado mirando al suelo con el corazón en duelo. Me he mirado en los espejos y no encuentro mi reflejo. ¿Por qué los escaparates siempre veo del revés y sin pensar en antes me encuentro con el después? Te he mirado a los ojos y he visto una luz muy rara, es el brillo de mis sueños que en tus ojos no son nada. Que no son nada.
10.
Hoy cuento con los dedos de un pie el tiempo que ha pasado desde ayer. Y cuento con hastío los años ya perdidos. Otro estío ha muerto para dar un nuevo invierno y más frío y más verdad. Y nos queda... Y vivir y vivir y vivir y beber de cada amanecer adueñarse del cielo al albor, y sentir a los que ya no estén. Y vivir y vivir y vivir y cantar con el eco a una voz, respirándolo a pleno pulmón, que sea el viento al tiempo veloz. Hoy siento en mis entrañas el placer de no hacer caso a un camino y torcer. Y recto en mis adentros recuerdo los momentos ya pasados, algunos malos y ¿qué hacer? Mirando mis pasos mal dados aprender. Y es que el tiempo es tan tirano, se me escurre entre las manos. Otro día soleado para saber, que un viejo amigo ha llegado, será el verano. Y nos queda...
11.
Tengo un sinfín de firmamentos que me desangran por dentro, no me dejan caminar hacia la montaña del intento, la de los actos reflejos. Queda tanto a mi pesar y creo que este es mi momento, empiezo a vagabundear. Y hoy me cuenta alguna estrella que cuanto más fría la noche ella más bella, que el sabor de una canción le hace ser ella, que el dolor acumulado da calor. Que siga para adelante que las piedras del camino no me achanten, que siga luchando hasta que el cuerpo aguante, que las nubes no tapan un resplandor.
12.

about

"La obra de nuestros días" es el primer disco en solitario del musico Víctor Núñez (Cúmulos y estratos).

Descarga aquí el trabajo completo:
asociacioneltaller.es/cumulosyestratos.html

credits

released September 5, 2015

Grabado y producido por Víctor Núñez (Cúmulos y estratos) en “La Fragua estudio” durante la primavera, el verano y parte del otoño de 2014.

Mezclado y masterizado por Diego Ortega y Javier Álvarez-Ude durante el otoño de 2014 y el invierno y parte de la primavera de 2015.

Fotografías: Virginia Mahou, Malva Nieto y Laura Recio.
Ilustraciones: Claudia Mahou.
Diseño y maquetación: Laura Recio.

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Cúmulos Y Estratos Madrid, Spain

Música para desfiladeros.

www.cumulosyestratos.com

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